Refinanciaciones en el año N-2 de la crisis

miércoles, 17 de abril de 2013

Los emprendedores tenemos ante nosotros al menos dos retos: sacar adelante nuestro proyecto personal, y hacerlo en estos momentos de crisis. Que conste que el año “n” es aquel que Santiago Niño Becerra marcó en 2009 como el del final de la crisis, previendo ya entonces que las tasas de paro serían del 30%, cifra a la que la Economía nos acerca… Porque el final de la crisis no hay que verlo como la vuelta a un mundo de abundancia como el que conocimos, sino como el punto en el que la Economía se haya saneado y genere crecimiento, para lo que se necesitará financiación, la aplicación de nuevas formas de trabajo, estructurar de otra manera nuestro futuro y manejar eficazmente la capacidad de negociar. ¿Sabemos cómo podemos mejorar nuestras expectativas de obtención de crédito? A lo largo de este escrito y de los que seguirán las próximas semanas intentaremos dar nuestra opinión desde la experiencia que da el funcionamiento diario y actual.


PRINCIPIO 1. Prepara tu jugada, y ten listas otras alternativas.
Hace tiempo que ha quedado atrás la posibilidad de solicitar nueva financiación mediante el sistema de “ir aportando papeles a medida que nos los pide el banco”, salvo que se quiera que nuestro expediente quede para siempre en el limbo de los “pendientes”. Debemos ser eficaces en nuestra labor de convencer a la Entidad de nuestro propósito, de la capacidad de retorno, y de la calidad de nuestro proyecto. Por ello es necesario tener lista nuestra estrategia de financiación, compatible con nuestro plan, y ser capaces de generar interés en varias Entidades de financiación, y no solamente en una, por muy buena impresión que nos haya dado.

PRINCIPIO 2. Revisa cuál es el itinerario que se va a seguir nuestra propuesta dentro de la Entidad para que se apruebe.
Desde el inicio de la presentación de nuestra operación debemos conocer el itinerario interno que sigue nuestra petición de financiación dentro de la Entidad. Este criterio nos vendrá muy bien como emprendedores, y es aplicable a muchas de las relaciones que mantendremos con clientes o proveedores. Interesarnos con periodicidad nos puede facilitar adelantarnos a alguna sorpresa y poder adaptarnos mejor.

PRINCIPIO 3. Para negociar bien, escucha y observa a tu interlocutor.
El empleado de banca que nos atiende tiene sus objetivos. Si prestamos atención a sus apreciaciones, es posible que obtengamos información adicional que nos pueda servir en ese trámite o en el que vayamos a plantear posteriormente en otra Entidad. No mantengamos una entrevista sin un cuaderno o agenda donde apuntar lo que nos digan, E INCLUSO CÓMO NOS LO DICEN; serán clases gratuitas de cuestiones que en otros foros nos costarían un buen dinero.

PRINCIPIO 4. Indica claramente cuál es la aportación inicial en toda la inversión que no proviene de financiación bancaria.
Este detalle resulta fundamental para que la Entidad pueda comprender la apuesta personal que hace un emprendedor. Cuantificarla significa hacer un ejercicio que también nos vendrá muy bien para evaluar si las expectativas de rentabilidad son suficientes, por ejemplo.

PRINCIPIO 5. Hacer una análisis y preparar una exposición que verdaderamente nos creamos.
Es esencial que tengamos éxito en la búsqueda de financiación, que podamos obtener lo que necesitamos para crear empleo en nuestra maltrecha Economía. Hacer un buen trabajo de presentación, que sea visible, conciso, y que tenga un buen hilo conductor facilitará franquear puertas entreabiertas.


En sucesivas entregas iremos ampliando los “principios” que es aconsejable que tengamos en cuenta como emprendedores. Pero si tienes cualquier cuestión que quieras resolver, contacta con GESFIE para plantearnos tu duda.



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